El proceso para alcanzar nuestros objetivos puede tornarse agotador y aburrido cuando deja de ser novedad. Sentimos ahogarnos en un mar de frustraciones que surgen cuando no cumplimos con nuestras expectativas, buscamos excusas para evadir las actividades planeadas, caemos en actividades evasivas que convertimos en rutinas, quedamos entumecidos en nuestra comodidad hasta que terminamos por renunciar a nuestros sueños. Por esta razón es que más que inteligencia, se necesita determinación, esa fuerza en interior que te lleva a conseguir tus metas sin importar qué tan duro sea el camino.
Determinación es tomar una decisión firme, con osadía y valor. De acuerdo con la psicóloga social Heidi Grant-Halvorson, especializada en la ciencia de la motivación y comunicación, la determinación es la voluntad de alcanzar metas a largo plazo y está directamente relacionada con la resiliencia. Para Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Stanford, es la disposición para perseguir objetivos a largo plazo haciéndolo con pasión y perseverancia. Por su parte Paul Graham, programador, inversor de capital riesgo y ensayista, explica en “Anatomía de la determinación” que esta se compone de la suma de ambición, disciplina y fuerza de voluntad. Es por tanto una actitud que se puede trabajar y fortalecer de forma consciente con esfuerzo, organización, planificación y perseverancia, acciones que se pueden ver favorecidas por una taza de café.

El consumo moderado de café puede ser el empujón necesario para salir de nuestra zona de confort y dar los pasos para conseguir lo que tanto deseamos. Lo primero que viene a nuestra mente cuando pensamos en café es la energía que es capaz de aportarnos, sobre todo por las mañanas o al terminar la comida. Es una bebida que además se destaca por facilitar la concentración y el buen humor debido a su alta concentración de cafeína, una taza contiene entre 75 y 100 miligramos de esta sustancia. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que libera noradrenalina, lo cual provoca una mejora del estado de alerta, la atención y el desempeño mental. Esto funciona porque la molécula de cafeína es estructuralmente similar a la adenosina y por lo tanto se une a los receptores de adenosina en la superficie de las células sin activarlos. La adenosina es una molécula relacionada con el consumo de energía, es el residuo de la energía que se utiliza en todas las funciones de nuestro cuerpo que en altos niveles induce al sueño, con la finalidad de descansar y recuperar fuerzas. Cuando la cafeína se instala en los receptores neuronales reservados a la adenosina impide que esta cumpla su función haciendo que las neuronas permanezcan activas.
Se ha comprobado que consumir café mejora la productividad porque incrementa la percepción, favorece la concentración, mejora el tiempo de respuesta ante los problemas y aumenta la memoria a corto plazo. El consumo de cafeína está asociado con la reducción del riesgo de fallas durante los turnos nocturnos y durante viajes largos y monótonos. También ayuda a sobrellevar el problema de la inercia de sueño, un fenómeno neuronal que provoca una sensación de torpeza caracterizada por una poca capacidad de vigilancia, un incremento de la somnolencia y un rendimiento cerebral deficiente, y que se agudiza cuando somos despertados abruptamente. Motivo por el que miles de personas en todo el mundo aman tomar café por las mañanas.

Beber café nos llena de energía y felicidad porque nuestro cerebro segrega neurotransmisores como endorfinas y dopamina, también llamadas hormonas de la felicidad. Las endorfinas se encargan de estimular las áreas cerebrales que producen placer al organismo, crean una sensación de bienestar y calma tanto a nivel físico como mental induciendo la sensación de felicidad, por lo que su ausencia o un bajo nivel provoca síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión. Su liberación inhibe o disminuye temporalmente la sensación de dolor físico y psicoemocional, como consecuencia de esto fortalece el sistema inmune, mejora la memoria y la atención, facilita el deseo por la pareja y por tanto mejora la vida sexual. Por su parte la dopamina regula la motivación y el deseo, hace que repitamos conductas que nos proporcionan beneficios o placer, por lo que se le relaciona con conductas adictivas. Algunos receptores de adenosina tienen también receptores de dopamina, sin embargo la adenosina impide que la dopamina se fije, por su parte la cafeína sí permite que la dopamina siga funcionando, por eso el café nos hace sentir bien al dejar más receptores de dopamina libres. La dopamina tiene además un importante papel en el aprendizaje, cuando obtiene una respuesta correcta surge una sensación satisfactoria que refuerza la memorización de la información de la respuesta correcta o la solución del problema, si se da el caso de errar la respuesta bajan los niveles de dopamina provocando sentimientos desagradables haciendo que nuestro cerebro se esfuerce en evitar caer en ellos de nuevo.

La cafeína no es la única razón por la que las personas prefieren el café sobre otras bebidas estimulantes, el amor al café crece cuando se estimulan los sentidos del gusto y el olfato, además cuando lo consumimos de forma caliente nos genera una sensación satisfactoria. Aunque el café instantáneo sigue siendo el café más consumido en México debido a su bajo precio y fácil acceso, la cultura del café ha tomado gran auge en las últimas décadas. Comenzó a crecer de forma considerable cuando los consumidores tuvieron acceso a la venta de café de grano preparado en las tiendas de conveniencia, y una vez atrapados por la experiencia de beber un café más aromático acudieron a las cafeterías locales y de cadena que se establecieron en más puntos del país.
La clave para que el café sea nuestro aliado durante todo el camino a la determinación y no se torne en nuestra contra es consumir el café de forma consciente, de ser posible desde su preparación hasta su consumo. Los métodos manuales para preparar café tienden a desarrollar mejor aroma y sabor en la bebida porque los compuestos únicos de todos los granos molidos son extraídos de forma uniforme, además estar atentos durante todo el proceso nos hace permanecer en el presente, respirando y prestando atención con nuestros sentidos a lo que tenemos frente a nosotros.

No olvidemos que los aliados pueden convertirse en adversarios. El café y cualquier otro estimulante como el azúcar o el alcohol se toman con responsabilidad. El uso compulsivo de estas sustancias provoca efectos que en vez de contribuir a estar más cerca de nuestros objetivos traen incomodidad y sufrimiento al proceso. Abusar del café provoca un aumento en la frecuencia cardiaca y la presión arterial, puede incrementar la ansiedad, el estrés, el nerviosismo, el mal humor y la incomodidad, así como generar temblores, acidez estomacal, insomnio y pesadillas. Cuando el abuso se prolonga por años se relaciona con fatiga emocional y osteoporosis. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) asegura que consumir diariamente hasta 400 miligramos de cafeína (equivalente a cuatro tazas) es seguro para la salud, sin embargo no podemos dejar de lado que todos los cuerpos funcionan de manera distinta y hay personas más sensibles a la cafeína que otras. La dependencia generada por el café se debe a que el cuerpo continúa generando más receptores de adenosina, lo que hace que necesitemos más cafeína, puesto que hay más receptores que bloquear. Por eso después de un periodo en el que consumimos más café de lo regular nos cuesta regresar a nuestro consumo habitual porque se suelen sufrir síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, cansancio o mal humor, debido a que hay receptores de adenosina sin usar. Esto no es permanente, desaparecen después de unos días y nuestro cuerpo regresa a su estado anterior.

El camino a la determinación no es sencillo, tiene muchas subidas y bajadas, curvas peligrosas, deslaves, fallas en el vehículo, desviaciones y casetas por pagar, pero también tiene paisajes espectaculares, música, conversaciones profundas, visitas interesantes, fortalece la relación con tu acompañante, genera un gran autoconocimiento y abrazamos la vida con todos nuestros sentidos. No importa si el camino se torna largo y tedioso, tomarse un momento para estar presentes y disfrutar de un café aromático nos hará estar bien despiertos para tener la fuerza interior para conseguir nuestros objetivos con pasión, organización y perseverancia.
Referencias
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The Institute for Scientific Information on Coffee (2016) Coffee, caffeine and mental performance. <https://coffeeandhealth.org/wp-content/uploads/2014/11/KAI0097_isics-topic-mp_S1.pdf>